La lucha épica entre los dos lados de La Fuerza ha atraído a millones de seguidores durante 30 años y a través de 6 emocionantes películas.
Poco queda por decir sobre la tremenda influencia en la cultura occidental de las seis películas de Star Wars, o de los grandes avances en materia de efectos especiales que estos filmes llevaron consigo.
Para los que tenemos poco más de 30 años (ups…otra cédula que rueda) no es lo mismo lo que vimos en la época del estreno de la primera trilogía (Episodios IV, V y VI) que lo que vemos algunas décadas después. Al principio nos asombramos de los increíbles efectos especiales: las batallas espaciales, los tiroteos con blasters, o los impresionantes duelos de sables de luz. Tiempo después, descubrimos nuevos elementos que no habíamos visto antes: el entramado político de la Alianza y el Imperio, la Fuerza, los Jedis… Y esto es lo que más me gusta de estas películas: siempre hay cosas nuevas que descubrir.
Entre los grandes avances holywoodenses pocos conocidos logrados por George Lucas, se encuentra el marketing de productos derivados. Antes del estreno de Star Wars: Episodio IV: Una Nueva Esperanza, no habían franelas promocionales de películas, menos juguetes. Al momento de acordar los derechos con los estudios de la 20th Century Fox, el visionario Lucas se reservó para sí lo relacionado con los productos relacionados, y ya sabemos el resultado: juegos de video, ropa, juguetes de todo tipo, réplicas de las armas, miniaturas, coleccionables, álbumes de cromos, juegos, disfraces, series de TV, y cualquier cosa imaginable susceptible de ser comercializada. Ante el éxito de la película, todo el mundo quería tener un pedacito de Star Wars en casa… y yo no fui la excepción je je je je.
Por cierto, si quieren saber qué es lo que hubo detrás de la filmación de la Saga de las Galaxias, les recomiendo el DVD titulado “Imperio de Sueños”, documental que viene en el cofre de Episodios IV, V y VI, que narra las dificultades que tuvo George Lucas para filmar sus películas.
Debo confesar que de Star Wars he tenido las películas, carritos, muñecos, y libros de colorear. Actualmente, y ahora que gano mi propio dinero (mua ja ja) tengo una buena colección de juegos de cartas, juegos de miniaturas, legos, tazas, libros, revistas, juegos… y la guinda del pastel: el sable de luz que usa Luke Skywalker en Star Wars: Episodio VI: El Retorno del Jedi.
Punto aparte debo dedicarle al idioma: Cuando pude ver Episodio IV por primera vez, que fue en Betamax (¿Alguien ha visto mi cédula?), la película venía doblada al español, pero al español peninsular (o sea, de España). Es por ello que para mí Luke, Leia, Han, Vader, Tarkin y otros, siempre han hablado como si hubieran nacido en "un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme", en lugar de "en una galaxia lejana, muy lejana…"
SI quieren saber un poco más de esta celebración, el periódico español El Mundo tiene muy buen contenido.
Como curiosidad, les muestro el primer trailer de Star Wars, prácticamente sin efectos especiales y sin la inolvidable y épica música de John Williams.
Etiquetas: Multimedia, Star Wars
At mayo 26, 2007 11:08 a.m., Morco
Excelente Diego!
Realmente muy acertado tu post, no solo fue Lucas el que negocio el merchandising de las películas, es que los estudios no les parecía gran cosa, craso error, pues fue eso lo que permitió construir el imperio (en el buen sentido de la palabra) de George Lucas
Pues yo pase el aniversario como prometí con una sesión continuada de la saga y luego con los muñequitos ;-) je je
Ciertamente las películas configuran una epopeya alrededor de la familia Skywalker y la lucha entre el bien y el mal, tomando como referencia las historias y leyenda que han conformado la historia de la humanidad, parafraseando a Tolkien lo que no sabe el mal es que trabaja para el bien, por ello siempre el bien prevalece...
En fin amigo, que la fuerza este contigo...siempre
Saludos Master Diego!
Si Star Wars tiene algo parecido con la realidad es pura coincidencia.
May The Force Be With You!